¿Aún no has leído lo que el Tribunal Popular denunciaba y condenaba sobre el derecho a Sistemas de cuidados justos, equitativos y corresponsables?

El pasado 23 y 24 de febrero celebramos el Tribunal Popular por el Derecho a las Vidas Sostenibles, en el que contamos con un Jurado excepcional compuesto por Begoña Zabala González, María Eugenia Rodríguez Palop, Patricia Bárcena García, Janaína Strozake, Yolando Jubeto, Júlia Martí Comas, Yayo Herrero López, Lolita Chávez.

Os compartimos la Resolución del Tribunal Popular que entre otras cuestiones reconoce “la valentía y el coraje de las ocho testimoniantes por romper el silencio y proponer modelos de vida alternativos y emancipadores”.

Te extraemos lo que el Tribunal denuncia y condena:
Ante la opinión pública y la comunidad internacional, el incumplimiento del Derecho Internacional y el propio Derecho interno en materia de:

Derecho al cuidado:
1. La cultura de explotación laboral de trabajadoras domésticas migrantes, aceptada y promovida por diferentes actores estatales e institucionales que deciden ignorar el marco regulador existente e incompleto en los Estados referidos.
2. La falta de reconocimiento y de memoria histórica sobre los contextos que llevaron a las mujeres a migrar y la situación de vulnerabilidad en la que las situó tanto en el contexto de Guerra Civil y posguerra española como en el genocidio de Guatemala.
3. Las prácticas racistas, machistas, heteropatriarcales y coloniales del Estado de México, Guatemala y el Estado Español, que asignan a las mujeres en exclusividad la responsabilidad de cuidar y las someten a dobles y triples jornadas.
4. La legislación obsoleta del Estado Español, que a pesar de las modificaciones recientes del 2011, siguen sin garantizar los derechos laborales de las trabajadoras de hogar.
5. Los privilegios disfrutados y defendidos por hombres, empresas, gobiernos, oligarquías, instituciones que se benefician de la explotación de las trabajadoras domésticas y de la cadena de cuidados.
6. A empleadores y empleadoras de Tapachula, México y Euskal Herria por la explotación de las trabajadoras domésticas, los tratos degradantes y las situaciones de acoso y violación sexual que sufren sistemáticamente.